Sobre el pobre caracol
cayó una lluvia de flores.
No tenía parasol,
de esos de muchos colores.
Al principio se asustó,
no sabía que pasaba
y después se alegró
¡tanta flor desparramada!
Se bajó de su ramita
fué por el tallo al suelo,
las flores en su pancita
cosquilleaban su paseo.
Las miraba entusiasmado,
tantos colores veía
que quedó ensimismado
¡a la vez que se reía!
Esta es la historia cortita
del caracol asustado,
¡cambió su miedo en risitas
con las flores a su lado!